EZEQUIEL WOLF

viernes, 31 de agosto de 2012

jueves, 30 de agosto de 2012

lunes, 27 de agosto de 2012

Sentado en la punta de tu lengua

                                                /Yo te quiero ver
                                                por eso te escribo
                                                y aparecés/
 la palabra es distancia
cuando lo que se dice no se entiende
porque la idea no es dicha
porque no se puede decir
porque carece de palabras
el arte de escribir
por el espacio
entre las palabras
poresohoyescriboconelcuerpo
contucuerpoyconmicuerpo
contucuerpoaquíenmicuerpo
conmicuerpoallíentucuerpo
larisadeloslabioscomounríoenlageografíadelamor
tubocacomounlagotambién
tuslabioscomoorillas
tusojossiemprecaféconleche
yporesoyacasinodejoespacios
más que para respirar como jadeos
enestadanza que esescribir te

viernes, 24 de agosto de 2012

DeNosotrosDos



El viento arrulla las hojas de los árboles
la gente corre en silencio antes que el silencio se corte con un trueno
y yo estoy en el colectivo 
sentado respirando el perfume húmedo
ese olor dulce a cuerpo
ese que sé que es el tuyo 
y que hace que la lluvia no me duela bajo piel.

Quiero y necesito de vos tu carne de sexo
y tengo sed
y estoy hambriento de tus piernas que me abrazan
de tu sexo que me llama porque espera hablarme al oído
y una vez mi cabeza ahí abajo 
devorarme, morderme, mordisquearme, y comerme
labios mojados rojos y calientes que rumorean mi nombre
vibrantes y urgentes.

Y sé que ellos me llaman porque la que me llama sos vos.
y sé también que quizás no soy paciente
y espero que me llames cuando yo quiero
o cuando mi cuerpo quiere que me llames...

Vos sabés que no es el sueño el problema
como tampoco lo es que las noches en invierno cada vez duran menos
y que los días cada vez empiezan a durar más
porque en las horas en las que uno está despierto
a sol y a sombra 
siempre hace frío.

Hacía el sur de tu voz una historia vive
luz del sol de papel
desvistiéndote en cuerpo y alma
carne fresca de tu sexo de pan
soy yo que te busco
soy yo que te busco a vos
y el cielo constipado enfría la ciudad toda
y mi voz cuando mi boca se calla se acerca a tu boca 
porque busca calor y es en ese roce de labios  
que mi boca se desata y bueno
tu cuerpo me pide, me desea, me llama
mi cuerpo es imantado por el tuyo que busca  
ser piel cubierta en piel por otra piel que es mi piel para que yo deje de estar callado
y tus labios dejen de hablar

y que todo lo que nos pase nos haga olvidar que afuera el cielo se deshace
que la lluvia se derrite, que la noche está helada y que el cielo se llora todo emocionado y excitado con nosotros dos.



martes, 21 de agosto de 2012

Promo Tertulia Verbo Carne del 6.9


Tertulia Verbo Carne son:

Ezequiel Wolf
Diego Becker
Martina Viglietti






                                                               Tertulia Verbo Carne
                                                                       Jueves 6/9 
                                                                        21 30 hs
                                                                   Espacio DaDa
                                                           Jorge Luis Borges 1655

lunes, 30 de julio de 2012

VEOQUEVESLOQUETUSOJOSVEN




I
Veo en tus ojos el encantamiento de escucharme leer encorvada y en voz alta.
sobre la mesa redonda y alfombrada con un paño color borravino en el estudio en voz alta,
mientras leo los textos por primera vez y me hago sombra con el pelo suelto.

II
Veo en tus ojos que leo los textos con fuerza y sin miedo a preguntar.
Bien, mejor,  sobre todo ahora
que parece que todo está tan cerca de las manos que para qué preguntar,
si total todo está ahí, casi al alcance,
pareciese que ya no hiciera falta preguntar
porque todo se da por sentado y en realidad es la duda el principal y primer miedo.
Miedo a preguntar, miedo a ser salvaje,
y mientras tanto yo te digo
estoy buscando alguien que pueda encender mi cuerpo con palabras propias en este amanecer amarillo,
pero seguimos con eso después porque ahora quiero seguir leyendo.
No quiero tomar nada gracias, sino me vuelvo dependiente
y en ese ataque la maldita sensación que la garganta se me seca
y en la boca se empastan las palabras,
de todas formas si los jadeos molestan mucho avisame,
es sólo que no quiero acartonar las palabras,
y como lo que estoy leyendo es una suerte de plegaria y lamento,
pensaba yo que el hecho de entrecortar algunas palabras
o bien estirar pronunciaciones arrastrando algunas letras
sirva para quebrar la rectitud prolija de las respiraciones de los locutores en serie.

III
a)Veo en tus ojos que tenés algo que decirme,
si es así adelante que estoy acá para eso prestándote mi voz,
y todo lo que quieras, todo lo que veas que no va o que no te cierra
o falta algo marcalo, marcame todo ,marcámelo todo.
Dirigime.
Es más fácil para mí y también para vos que sos quien sabe de esto.
Yo sólo sé que quizás esto tenga una métrica
y a su vez una musicalidad propia al hilar cada una de las palabras,
pero es que esta es la primera lectura que yo hago de esto.
Paciencia.
Quiero encontrar la manera para que lo que está escrito sea en mi voz,
porque todo tiene una sangre, una miel,
un vacío, un grito, un mar,
una piedra, una flor, un color.
Todo tiene algo allí esperando para explotar en el primer instante que lo saque del ostracismo hacia el afuera de la luz,
y amanecer en el mundo una vez más,
resurrección que rueda por las hojas
y las manos a lo largo del papel
y se mezcla con el aire espeso y dulce de la respiración
en la lectura que rebota haciendo eco de la propia voz en busca de esa voz.

b)¿Qué si soy de verdad?
¿En serio me preguntás esto?
Quizás deberías aprender a manejarte con las palabras y tu cuerpo antes de salir a hablar… ¿No? Ja!
Es un chiste eh!, después de todo un poco de humor de este lado no está mal para ablandar al cuerpo. ¿No?

c)Bienaventurados todos nosotros en este festín,
ensalzados de barro y morbo
entre cables y paredes encerrados a la distancia
con un vidrio que nos separa de la superficie como peces,
en un mundo sin agua, a destiempo del día y la noche.
Atemporales…
Qué se yo mi cuerpo, mis manos.
Me muevo mucho y también, a veces, hablo por demás
y me corrijo lo que estoy diciendo antes de terminar…
Pero bueno, basta ya de cuerpos tiznados por voces que no marcan la piel,
y sólo la soplan sin siquiera tocarla.
Basta ya de cuerpos sin color.
Quiero dejar mi voz en estas formas y por eso estoy aquí.
Porque vine para esto, para aprender, para bailar en la danza de las palabras…

IV
Veo en tus ojos que soñás despierto y con los ojos abiertos,
abriéndote en el río de las palabras que escribis casi sin parar,
y todo el tiempo.
¿Siempre tenés más?
Brindo en este pulso inquieto por el no miedo al ridículo
aunque después de todo esto no soy más que una tímida borracha,
porque esto es lo que estoy haciendo,
emborrachándome para que el corazón se desarme hablando
mientras que la lengua entre dormida e intermitente
sólo se encarga de hacer las piruetas necesarias
para que del aire que sube desde los pulmones,
los ruidos sean algo así como un manojo de palabras…

domingo, 29 de julio de 2012

HORA:2:17AM EN CUALQUIER LUGAR, EN CUALQUIER CIUDAD


Geena acostada en el sillón, al borde de la ventana que da a la calle lee un tratado sobre el arte de las manualidades y la relación con la masturbación.
El libro según se dice es uno de los tantos diarios que Cristina supo leer en aquel antológico programa radiofónico donde se leían cartas, donde los oyentes llamaban por teléfono, donde ella se extrañaba de que el programa fuese grabado para la posteridad, donde hasta había gente que iba a ver el programa en vivo, donde había una biblioteca circulante de cassettes grabados comandada por el mismo
programa, Cuadernos del puerto.
“…con la mano derecha abierta, todos los dedos bien separados entre si,
para que el aire pueda rodear todas las extremidades del cuerpo
y enroscarse allí y desarmarse y volverse formas.
La palma de la mano apoyada sobre la ingle
y con el dedo pulgar como gacho para bajar el pantalón lentamente
y demostrar que debajo de la ropa hay carne,
porque todavía queda carne rodeada por piel.
La mano se abre y se despliega
y los dedos mayor y anular juntos como si fueran uno bajan
y van a fondo.
El masajeo suave de subir y bajar
se enrolla entre rulos que se erizan
y parecen electrizarse con la respiración
que empieza a calentarse,
el aire tibio se cocina en el cuerpo
y las narinas no alcanzan
y la transpiración avanza
y los ojos entrecerrados se guardan e indagan en el teatro de las sensaciones que es el cuerpo
y los párpados presionan egoistas
y los labios se mojan
la lengua se pega
el paladar se ensalza
la boca busca poner en palabras
pero el cuerpo y la cabeza están en otro lado
y por eso hay gemidos entrecortados como espasmos
y los dedos anular y mayor salen de la flor
y acarician hasta acabar buscando la luz
esa sensación de insaciable saciedad como si fuese la sombra
porque es en ese momento
en el que la piel de los dedos
empieza a acariciar lo mojado entre gritos
con la yema de los dedos..."
Y entonces como si hubiese arrancando una ficha estamental de jenga
su cuerpo se desarmó.
Geena dejó caer el libro sobre ella en un trance relajada por las instrucciones del libro.
Las persianas estaban abiertas,
las cortinas blancas corridas a un costado de la ventana cerrada.
Geena con los ojos cerrados, musculosa levantada con una mano acariciándose una teta
y con la otra dentro del pantalón cuando el celular la despertó.
Geena se levantó del sillón sin dejar de tocarse el cuerpo,
porque acababa de acabarse.
Empezó por perderse
 y acabó redescubriéndose, mitad despierta y mitad dormida,
ensoñada y consagrada a si misma,
en una oda la masturbación como un mantra.

viernes, 27 de julio de 2012

Vibración o Muerte



Y ahí estás mirándome dormida
soy tu carne de sueño y me mordés para arrancarme
para agarrarme con tus piernas enrolladas a mí sujetándome,
volviéndome sujeto tuyo en sueños;
Y yo a tu servicio soy tu cuerpo en sueño
y me mordés la oreja
y me mojás la escucha que se humedece
que se vuelve música otra vez
otra vez en tu lengua
tocándome con la palma de tus manos
recorriéndome horizontal
desde mi hombro derecho
enfrentados los dos
con la yema de tus dedos hasta la mitad del cuerpo
helándome un segundo antes de tocarme,
y me das vida otra vez
con tus dedos fogosos de magia
y me bajás la mano apoyada contra una pared
sosteniéndome
y rendido vos desplomándote hacia delante
como habiendo dejado de latir.
Y entonces tu brazo izquierdo
alrededor de mi espalda se anuda
y vos figurás en mí
movimientos en espejo
sueños en serie
serie de sueños en espejo
atravesados en realidad
atravesándome a mi de espaldas
despierto siento tus dedos como alas,
te siento esculpiéndome.


-Acá tenés mi nombre, envuelto en carne y derramando lágrimas...
-Bien. Confío, entonces en que te quedes, en que te puedo tocar...
-Podés confiar, podés tocarme, podés morderme, podés hablarme,
podes escribirme, podés hacer lo que quieras, vos me trajiste hoy acá,
vos me imaginaste.
-Puedo callarte también.
-Podés comerme también.
-Cerrá los ojos.
-¿Qué me vas a hacer?
-Quiero que cierres los ojos, que respires el aire caliente que sale de mi voz,
la sangre, mi respiración.
-Quiero que dibujes mi boca carnosa con tus dedos de pan
como en el capítulo 7 de Rayuela, cuando Oliveira le toca la
boca a La Maga.
-Yo quiero que cierres los ojos y que me mires. Quiero
desnudar nuestra incertidumbre nena y creo que así, al ritmo de
la respiración vamos a hacerlo y bien, ya vas a ver. Vamos a
navegar con nuestros ojos bien abiertos.
-Y bien adentro.
-Y bien adentro también.
-Bien.
-Bueno. Contame ¿Dónde estuviste? ¿Qué anduviste haciendo?
-Si te parece descorchate un vino y que las copas empiecen a hablar…
-A tu salud entonces!
-A tu imaginación.
-Y a tu sangre.
-Y a tu sangre.


Soñé que eras la madre entre las sombras de una cama en llamas.
Llave de placer decantado mi lugar en el mundo
y no había tiempo para elegir entre la luna y el sol,
y vos como cielo abierto en las sábanas del jardín
teñiste los cuerpos en una guerra de estrellas,
constelaciones de besos y piernas rojas de tanto caminar de un lado a otro,
siempre en acción conjugando verbos,
como en el poema 12 de Girondo 
que reina en la pared de una casa en algún lugar no tan cercano.


Entre risas tímidas, se sabe, hay algo que está muriendo.
El remolino avanza otra vez,
el aire se confunde entre perfumes viejos y olores cansados.
La luna no se asoma a la mesa,
sabe que mostrar la cabeza podría dar lugar a la muerte.
El sol por su parte no piensa tampoco en decir que si,
porque sabe que hasta él mismo podría quemarse
y consumirla habitación.
Las manos limpias,
los brazos manchados de transpiración,
flujos exprimidos que chorrean de tus dedos,
jugos hartos de sutilezas que entran y salen progresivamente hasta ver la luz,
y al llegar a la exhalación,
el cuerpo se desarma en un suspiro
que sale desde adentro de la piel que estalla,
y ahí están los dedos
y vos
 en el vacío de la masturbación que ya no necesita fotos,
tan solo cerrar los ojos…


…y a oscuras, te veo en tu habitación,
revelándote,
revelándome en tu cama a oscuras y aplaudís.
Yo lo sé, yo te escucho,
y aplaudís para no perderte, aplaudís marcando el tempo.
La secuencia que tiene lugar en tu lugar,
halos que se imprimen en luz en tus ojos desde el recuerdo.
"Es tiempo de sentir" decís,
respirás hondo sin llegar a marearte,
y reacomodás los almohadones de tu cama para acostarte sobre ellos otra vez.
Una vez reacomodado todo,
volvés a la memoria en la ceremoniosa oscuridad
y revelándome te hundís en tu propia respiración que se agita de a poco progresivamente,
hasta que tu voz se escapa de tu boca gritándome
y ahí te despertás,
sorprendida, transpirada, húmeda
y con la mano derecha dentro de tu pantalón.


Pétalos que suben y bajan agitados, agitados en busca del rubor.
En nombre del amor, necesitados de sentir calor y que el ardor
camine tan figurativo y tan incesantemente dulce por los lirios.
Flores amasadas que se funden cuando entran en color y se desarman,
pierden el gesto hasta que finalmente deshojadas caen.

jueves, 26 de julio de 2012

ADOROLATELETRANSPORTACIÓN.


Con una mano la abraza, la lleva contra su cuerpo.
Necesita tocarla, tenerla ahí,
sentir las vibraciones de la sangre dentro de las venas,
saber que es carne y hueso.
Toca su piel porque la quiere viva.
Con la otra mano, se acomoda
y el brazo que la abrazaba se estira más.
Juegan frente al televisor y de espaldas a la música,
“siempre tan selecta con las agujas del reloj”.
El le acaricia los labios,
labios de miel, labios de ensueño,
labios que él alguna vez hasta supo dar por muertos.
Ella se escurre inmóvil y sólo deja ahí su cuerpo,
porque sus ojos y su verbo ya están en otro lado.

miércoles, 25 de julio de 2012

LABOCAMARCADAPORLASUVASDELVINO.


Vos viniste a mí desde el sol masticando tus labios rojo vino, vestida en seda.
Mi amor desfilando en la avenida tus ojos de nácar, porque hubo algo más que la puerta que se abrió cuando el respeto de tu voz quebró el silencio quieto y muerto de mi habitación en una noche caliente de invierno.
Yo estaba solo en el sillón dibujando el arte de mi cuaderno de odas masturbatorias cuando vos me dijiste “Buenas noches amor, vine a vos desde allá, desde el sol, ya no me esperes al alba. Vine para quedarme, para que duermas conmigo”.
Y me respiraste agitada sin tocarme.
Acercaste tu boca a mi nariz arrodillada sobre mis piernas y sin mirarme a los ojos “para empezar-dijiste- por hoy prefiero mirar a la pared. Después mañana, amanecidos los dos bajo la luz del sol que se cuela por la ventana abierta e iluminando el cielo azul y acá vos y yo, los dos, con esta música liviana… ¿Quién sabe?”
Afuera llueve y Buenos Aires se humedece, y yo quiero pedirte que hurgues en tu pantalón,
en serio, fijate que te compré un jazmín amarillo, está casi seco, como por perder el color.
¿Cuánto tiempo más para salir a caminar?
Nena!!! Por favor te pido que bajemos. Quiero que te lo pongas en el pelo. Me gusta pensar tu cara coronada por el jazmín amarillo. En serio te digo. No me mires así.
Daría cualquier cosa por salir a la calle ahora a caminar bajo la lluvia, vos con esa flor enredada en tu cabeza y yo jugando a perder el aliento. Pero ahora que lo pienso podemos cambiar el disco elegir como punto de partida alguna canción que nos incite a bailar a los dos, acá, adentro en el sillón, parados en la cama, con almohadones o almohadas mojadas en el piso del baño, en las sillas de la cocina o desnudos en la ducha, o empapados y envueltos en el balcón. Una fiesta, una celebración por el hambre resentido que durante tantos años sólo conversé yo conmigo y consolé yo solito con mis manos.
Después podemos sentarnos los dos a tomar el té en la cama, como al borde del precipicio del reino de la comodidad, casi listos para subirnos al tren del sexo. Vos vas a enseñarme a escribir y a no respirar tan alto y yo voy a hacer lo propio con tus pinturas y el sentido de la elegancia y el respeto por lo propio y por lo ajeno sin sentirlo sólo como distancia.
Ahora que lo pienso quiero que también arregles el agua caliente  y dibujes en mi frente la forma de tu boca con tus labios a cada hora y yo a cambio prometo arrodillarnos en las arenas del sur por lo menos una vez al mes.
Podemos ir a pie o en sueños.
Y es más.
Si estás dispuesta podemos ir en tren, y ahí ver que la ciudad fuera de temporada es una ciudad desolada, desvastada por la guerra o incinerada por el mismísimo sol y entonces vas a decirme que no te importa no poder meterte al mar porque lo que te gusta es caminar por la orilla, y que sólo te interesa viajar al sur para escuchar el rugir del mar sentada en las piedras y cada vez que yo no quiera verte dormir vos vas a salir corriendo a buscarme
y yo voy a recordarte que vos viniste a mí desde el sol masticando tus labios rojos de vino.

martes, 24 de julio de 2012

sábanas de ensueño


Y pienso en cuántas formas hace un cuerpo en las sábanas las sábanas que duerme.
Y mientras las sábanas duermen, pienso si las formas son 2, 114 o 792.
Pienso en el cuerpo que duerme conmigo sobre las sábanas
y que cuando salga del baño vuelverá a acostarse al lado mío.
Pienso en que el cuerpo que duerme sobre las sábanas puede hacer 2, 14 o 178742 formas o muchas otras tantas más cuando está conmigo.
Y entonces la veo venir
y en ese andar veo como sus dos piernas son gobernadas por su ritmo
no siempre siguen el tempo del corazón de la miel o de las mariposas en la panza, no.
Veo que camina marcando el tiempo de su corazón bombeando sangre
aunque por ahí entre sístole y diástole
la cara interna de sus rodillas se choque sin llegar a tocarse,
sólo rozándose.
Y ella peina su sexo enrulado y me mira sonriente
y un hilo de baba sónica chorrea de mi boca y cae sobre el cuaderno
y es ahí cuando suelto la mano para limpiarme la boca
acto reflejo de la erección que despierta en mí ese cuerpo,
y la lapicera se me cae al colchón primero para morir en el suelo después
y ella gatea hacia mí lentamente
agarra la lapicera con los dientes y sube a la cama
y sigue gateando hasta mí para detenerse entre mis piernas
y lejos de levantarme la voz
me escribe en el muslo mientras me susurra
“te estoy leyendo eh, te estoy leyendo.
Siempre te estoy leyendo”.

domingo, 22 de julio de 2012

El guion de los sueños

Hace un tiempo empecé a pensar en la idea de poder escribir para bajar la calentura.
Quiero decir:
Plasmar en el papel con palabras todo lo que mi cuerpo necesita sacar
lo que tengo que y quiero dejar salir
Ahora bien:
De un tiempo a esta parte lo hago,
pero ya en un sentido más literal más carnal, más sexual, más jugoso, más crudo.
Lo que me pasa con eso es que escribiendo me transporto, me subo y me voy,
y después siento que no puedo bajarme,
que estoy duro y no puedo volver,
porque aunque el cuerpo no me acompañe no puedo parar la cabeza,
y es entonces cuando finalmente caigo,
y todo sigue como antes pero más desatado,
el tiempo y la naturaleza me piden que me exprima, que saque a la luz pero no,
prefiero jugar a ser egoísta,
y por eso es que desde hace unos días prefiero dormirme
y que sea en sueños donde los deseos y fantasías sucedan, cobren vida tengan en otro lugar.

sábado, 21 de julio de 2012

Aquí en nuestro panal.


Tus piernas largas traslucen el camino
y yo creo en tu imaginación
a orillas de tu habitación,
estás descalza.
Me lees unos poemas que me escribiste
y te gustan tanto.

Me gusta cuando me lees en voz alta
como si fueras masticando y construyendo el cuerpo del poema con los colores de tu voz,
como cantando.
Bailás cada palabra y das lugar a la lluvia para tocarme la cara
y mojarte conmigo en esta pieza de luz a oscuras.
Siento tus rodillas caerse
con todo tu peso sobre mí...

/y sé que revolcados los dos vamos a derramar la leche buena,
piel con piel,
mojados los dos en esta pieza de luz a oscuras.
Nudo de cuerpos tibios
que sirven siervos a la fiebre del amor,
sin miedo a caer en preguntas que sólo se responden en silencio.
dos mitades buscando todo el tiempo una nueva forma, atravesados por el hilo de una historia
siempre a punto de estallar,
inundándolo todo con fotos y silencios
entrecortado por espasmos silenciosos y temblores,
y niebla y sexo y calor.
Noches largas.
Largas como casi mil días sin amanecer al sol/

... y entrecortando las palabras del poema contra mis labios
encendés un fósforo en la oscuridad para mirarme a los ojos
y decirme que yo soy tu talismán,
y que querés hacerlo todo otra vez aquí en nuestro panal.

Antropofágicamente

Veo tu boca de carne roja que me llama evanescente.
Me llama tu boca joven.
¿Qué busca? ¿Qué espera? 
Corona de amor pulpa roja y brillante
 frutilla que quiero morder de espaldas al mar. 
Te veo descalza en la arena mojada 
tus pies sumergidos y me das hambre… 
Voy a comerte los dedos cuerpo de luz sin par. 
¿Dónde estás? ¿Dónde fuiste? 
Pienso darte una flor, tallarte un árbol. 
¿Qué gritan tus ojos? 
Porque cuando te encuentre voy a comerte los dedos. 
Porque cuando te encuentre voy a morderte los dedos 
Porque cuando te encuentre voy a darte mi piel. 
Y sí, porque cuando te encuentre 
también te voy a morder las manos 
y ahí vas a ver…

jueves, 19 de julio de 2012

Tú, Boca.


Bailo el vals de las fotos matizadas:
La mesa habla sobre la canción y las tazas.
Una foto una conversación.
Doy el último sorbo y apoyo la taza con la mano derecha en el plato.
Levanto la cabeza y ahí estás vos.
Te miro a los ojos. Te veo.
El pelo, siempre descontrolado.
Tu nariz todavía tiene crema.
Y así bajo hasta tu boca.

Siempre veo tu boca:
Me gusta tu boca.
Me gusta la forma de tus labios.
El foco de las fotos se pierde ahí
en tu carne,
no hace falta que mires a la cámara
no hace falta ya tampoco que sonrías si no querés.
Dije y digo que me gusta tu boca.

Me pienso cayendo sobre vos y dudo:
Dudo si morderte la boca.
Dudo si abrirla con mi boca hasta fundir las dos bocas en un mismo mar.
Dudo si cerrar los ojos a medida que me acerco a tu carne.
Dudo si tocarte la boca con la yema de mis dedos para dibujarte y sentir
cómo la boca tuya dibuja mis dedos y me carga de sentido a mí.

Me unen a vos tus labios:
Tus labios materia
Tus labios forma.
Tus labios sustancia.

Y tu cuerpo todo:
Me vuelvo susceptible a tu boca y sé que detrás de todas las palabras estás vos
Cuerpo de flores y miel abierta y hambrienta
Cuerpo de amor y de pecas
pero tu boca en mí es algo más,
tu boca hecha para mí es algo más que un desliz.

Quiero morderte y tengo mis razones:
Tu boca me llama lentamente
me dice que ya la conozco
que no quiere morderme
que soñó alguna vez con probarme.


El jugo de tu boca, de tu pulpa:
Pulpa.
Me gusta el jugo de tu boca cuando bosteza
porque el labio de arriba se vuelve sólo una línea
una línea que se pierde con abrís la boca
en el bostezo propiamente dicho
y el labio inferior es tan carnoso.
Me gusta verla.
Me gusta tu boca y no necesito más.
No te pido mucho más de vos sólo quiero tu boca.
Sólo quiero que me des tu boca para sentirla cerca.
Quiero sentir tu boca sobre la mía.
Quiero sentir tu boca contra la mía.
Quiero sentir tu boca con la mía.
Quiero que tu respiración asfixie mi boca.
Quiero que mi boca ventile a la tuya convidándote mi aire.

Elijo tus labios porque siento que me hacen menos solo:
Labios rojos. Labios tuyos.
Labios rosas. Labios carne.
Labios dulces. Labios mar.
Labios crema. Labios míos.
Labios terciopelo. Labios tiempo.
Labios calor. Labios color.
Labios flores. Labios memoria.
Labios dibujados. Labios fuego.
Labios intermitentes. Labios viento.

Siempre veo tu boca:
Me gusta tu boca.
M gusta la forma
Me gustan tus labios y estoy dispuesto a dar la vida por ellos.
Después de todo qué más me hará un poco más de desvelo e insomnio
si voy a llevarme la carne del sueño.

miércoles, 18 de julio de 2012

acá algo más que la puntita



algo que no será tan fácil sacarlo de adentro de una vez y para siempre

algo que entra algo que no sale
algo que te recorre desde el lóbulo
y despacito te entra por los ojos
y sale por la boca enredado en tu lengua
y cuando querés cerrar la boca te das cuenta que no podés
porque hay algo que se metió adentro tuyo,
algo que se despertó,
algo que necesita ser abierto,
algo que exige ser manifestado,
algo que puja, que pide salir, que pide a gritos ver la luz,
incluso con la luz apagada, en pleno sol, de noche bajo un cielo estrellado,
en las puertas del mar bajo una tormenta feroz como esas en las que a uno jamás le gustaría estar
y que preferiría verla por televisión, o al menos del otro lado de la ventana, tapado,
y en una cama con alguien más jugando a encontrar lugares y sensaciones todavía no conocidos del cuerpo de los dos.
-----DE AQUI PARA ABAJO TUVO LUGAR LA TERTULIA
OBRAS COMPLETAS DE CASSANDRA Y DANTE EL 27/06/2012
EN EL SIGUIENTE LINK LA TOTALIDAD DE ESOS TEXTOS http://obrascompletasdecassandraydante.blogspot.com  ------

lunes, 11 de junio de 2012

Habría que medir intensidades*


Parece que Cassandra y Dante tienen decidido no salir de la cama.
Es más, ahora que lo pienso hace varios días ya que me cuesta dar con ellos.
Como si me hubiesen bajado la persiana hasta nuevo aviso.
Qué se yo.

Quizás fui perdiendo cuidado al escribir sobre ellos, y en el entusiasmo me sentí aliado y me perdí, y perdido me dejé ver, y por eso decidieron bajarme la persiana.
Apropósito:
En realidad creo que Cassandra y Dante no me bajaron la persiana para que yo deje de escribirlos, no.
Más bien pienso que Cassandra y Dante decidieron ser ellos actores de una serie de escenas cursis, y que para relaciones mucho más sexuales, más jugosas, más carnosas, más calientes sean otros los que se entreguen.
Pienso que en tiempos de seducción 2.0/3.0 4.0 y vaya uno a saber qué carajo significa eso, ellos prefirieron ser los cursis, los hechizados, los enamorados, los eternos…
Sensación de eternidad: Sentir que nada más que eso que les pasa en ese momento a los dos, es importante.
Es por eso que Cassandra y Dante son eternos por intensidad y no por tiempo.

Hoy en lugar de ventilarlos, simplemente voy a remitirme a contar cómo fue que aparecieron, cómo fue que los conocí, qué de ellos fue lo que me encandiló.

Cassandra y Dante nacieron para mí una tarde de otoño.
Yo estaba sentado en una computadora en una biblioteca a la que por esos tiempos, iba seguido a pasar el tiempo, buscando algo o a alguien, buscando musas descarriadas, voces sin decir, diálogos sinceros, silencios incómodos para terminar una suerte pretenciosa Novela sobre la radio, los ardores, la cursilería, la impotencia, el paso del tiempo, el primer amor a corazón abierto, los gemidos de iniciación, el nacimiento del resentimiento, las primeras borracheras, la perdida de la fe y la resurrección, cuando de pronto los vi entrar a ellos.

Cassandra entró abrigada con un gamulán marrón silbando una canción, y detrás de ella Dante caminaba con la mirada todavía llovida por lágrimas de impotencia y hartazgo – Bueno yo voy a guardar esta piña siempre y cuando vos me prometas que no vas a llorar más así…– le dijo Cassandra a Dante–…pero si así y todo tenés ganas de llorar me llamás y vamos a caminar al lado del río, y una vez allá lo largás todo–.  
Dante la miró a los ojos y ella lo miró también como se miran dos que saben que sólo es cuestión de tiempo. 
Cassandra le prometió que estaría en la entrega de diplomas de él, y Dante retrucó la promesa invitándola a tomar una cerveza.
Tendrían que haber visto cómo se deseaban.
Faltaban un par de días para que se animasen a tocarse y ya se olía ese perfume a sexo, a dos cuerpos desatados haciéndose el amor.
Por eso se tomaron su tiempo porque ellos son así, anacrónicos, atemporales, románticos, intensos, y esa es una de las cosas principales por las que decidí retratarlos y colgué la Noble Novela pretenciosa sobre la radio el amor y el resentimiento.
Porque viéndolos entendí que lo que yo había escrito hasta entonces no había sido más que un ejercicio catártico, la proyección de una suma de miedos e inseguridades que por esos tiempos compartíamos varios de los que frecuentábamos esa biblioteca en la que si había algo que no importaba, eran los libros.

Cassandra y Dante me conmovieron por su sed de verdad.
Cassandra y Dante me hechizaron con su deseo sincero y a los ojos.
Cassandra y Dante me cautivaron con su amor analógico.
Cassandra y Dante me hicieron suyo cuando entendí que lo de ellos trascendía esa posición en la que todos a mi alrededor fingían estar entusiasmados, todos a la vez, porque a ellos dos no les importaba nadie más que ellos dos.
Cassandra y Dante me inspiraron con su intensidad, con esa magia que emanaban deshaciendo el tiempo en relojes de plastilina.

Así que por respeto a ellos dejaré de escribirlos al menos por un tiempo.
Para que no se sientan presos de su libertad física, ideológica, psíquica, filosófica, poética, carnal, simbiótica en tiempos en los que la inmediatez violó a la paciencia, enfermándonos a todos de ansiedad.
Para que no bajen la persiana cuando el amor los haga a ellos, en la cama, o en el suelo, o en el sillón, o en la mesa de la cocina, o en la ducha, o en la puerta del ascensor,o parados los dos en puntas de pie.



domingo, 3 de junio de 2012

Afiebrado, delgado y salvaje mercurio.

‎...y así fue como Cassandra se despertó con un suave golpe en la cabeza. 
Se habían acostado con Dante a ver televisión pero el cansancio acumulado en el aire, el espesor del tiempo a lo largo del día en los ojos, y la comodidad de encajar tan bien físicamente el uno con el otro los relajó hasta dormirlos. 
Dante se durmió sentado con la espalda apoyada en los almohadones que acolchonaban la pared y Cassandra simplemente se desarmó por debajo de su brazo derecho con la oreja apoyada en el costillar derecho de él.
Cassandra abrió los ojos y al ver que Dante ni se había inmutado lentamente y en silencio, se movió por encima del colchón hasta apagar la televisión. 
Dante siempre dice que le cuesta dormir, y que piensa que es necesario para su cuerpo pero a su vez es un férreo militante del no dormir, porque la noche nació para ser vivida y que uno nació para vivir la noche, tal como uno vive el día, en fin para vivir la vida. 
El sol ya acariciaba las paredes de algunos edificios. 
Cassandra volvió a sentarse al lado de él, pero aprovechó para dejarlo caer y apoyarlo en su vientre, lugar donde él siente que percibe los rumores subterráneos de ella. 
Él jamás atinó a despertarse. 
Estaba profundamente dormido. 
Cassandra aprovechó ese momento para transcribirle al castellano una canción de Dylan cambiando Johanna, por Cassandra. 


¿Que por qué traducirle una canción de Dylan en lugar de escribirle algo, sabiendo que lo hace tan bien?
Porque la canción la representa.
Porque la canción es preciosa.
Porque la canción tiene Ritmo.
Porque la canción tiene Armonía.
Porque la canción tiene Melodía.
Porque la canción se la hizo escuchar Dante una vez.
Porque cuando Dante volvió a dibujar trazó un par de líneas en lápiz en diversas hojas y fue Cassandra quien le dijo,–Son todos Bob Dylan–.
Porque a ella no le gustaba Dylan por el simple hecho de pelear a Dante.Uds, saben, gajes del oficio, fricción, no ficción, la no oposición de los sexos opuestos.
Porque con el tiempo ella entendió que la magia de Dylan radica en que no importa si sabe o no cantar, sino en  que para muchos, (y en esos muchos está Dante), Dylan sobrepasa la liviandad de Blowin´ in the Wind, siendo el Shakespeare de su cuerpo, tanto como Shakespeare, es un de los tantos Dylan de la antigüedad.


Y así fue que después de traducir toda la letra Cassandra se levantó para poner Blonde o Blonde, pero en el Playlist ya estaba cargado Blood on the Tracks.
Y así fue que ella apretó el Play y se acostó en el sueño.
Y así fue que Dante se despertó cuando el disco Honestidad Brutal de Calamaro se cayó de la pila de discos estallando contra el suelo.
La respuesta?
Está flotando en el viento.



viernes, 1 de junio de 2012

Vine para aprender


Después de la rumba improvisada en aquella esquina de la ciudad, y en medio de la tormenta desatada, La Florista que se emborracha con Legui salió corriendo con Berni agarrada de la mano.
Berni es un Profesor Titular de Historia que después de tanto años sin ejercer porque como Investigador viajaba por todo el mundo redactando trabajos, ensayos y otras tantas, se dió cuenta que los años como titular iban llegando al fin, y que no quería perderse la posibilidad de enseñar ahora, una vez caminado gran parte del camino. 
–¿Hace mucho que no da clases?– preguntó La Florista mientras él cerraba el paraguas en la puerta de una confitería y ella refregaba los pies contra la alfombra para no empapar el bar anacrónico.
Eligieron la mesa que da a la vereda. Mesa doble con un gran ventanal.
-Es que me gusta poder respirar la lluvia- dijo ella  ya sentada en la silla que da a la puerta y con la espalda apoyada contra la pared.
–Si, hace bastantes años ya que no doy clases. Di clases de pibe. Cuando arranqué fui ayudante, y después ya metido en investigaciones, crecí por concurso dentro de la Carrera, y bueno, una cosa llevó a la otra y entre Concursos, Congresos, Doctorados y esas cosas hice más una especie de carrera diplomática universitaria  docencia propiamente dicha. –
–Qué interesante. –Dijo ella–  ¿Y por qué ahora te picó el bichito?–
–Quizás el tema es que cuando arranqué no me molestaba tanto no enseñar, qué se yo, prefería aprender para mí, acumular saber…– dijo Berni eligiendo milimétricamente cada una de sus palabras y los silencios entre palabra y palabra, tratando de conmoverla –…Pero lo cierto es que ahora con el correr de los años me gustaría más ser docente para alumnos que profesor de profesores como soy hoy. Vine para aprender –.
 La Florista que se emborracha con Legui lo miraba de reojo jugando a no verlo, pero lo escuchaba con quirúrgica atención, Berni pestañeaba.
Cuando sus ojos parecía que iban a chocar él levantaba la cabeza para llamar al mozo de camisa celeste arremangada con botones metálicos, y ella simplemente jugaba a escaparse del aprieto entre las gotas escurridizas de lluvia que chorreaban de las motos estacionadas en la puerta del bar, sobre la vereda.
–Voy al baño–dijo ella y él aprovecho el momento para pararse detrás de ella e ir a la barra, y pidió al encargado dos medidas de legui, y dos sumbarinos.
–Perfecto ya se lo alcanzo–.
Berni estiró el brazo, agarró la jarra de agua, se sirvió en un vaso que había secándose ahí, tosió fuerte y encaró para la mesa.
– ¿Necesita algo más?– preguntó el encargado dándose por aludido.
–No, nada simplemente que no se asuste el vaso de agua lo serví yo –.
–Si lo sé –dijo el encargado –está para eso.
Berni arrancó un par de servilletas y silbó la introducción de una canción.
Canción que habla de los pétalos y de las mismas calles y de los mismos bares.
Porque todos sabemos que siempre es la misma canción, siempre es la misma calle y por supuesto, es siempre el mismo bar.
Hizo un par de bollos con las servilletas hasta que en un par de segundos podía divisarse como los papeles se convertían en pétalos y en tallo.
El encargado se dio cuenta de que lo que el viejo hacía era un regalo para la mujer que estaba en el baño, y al escucharla tararear la misma canción que el viejo silbaba, supuso que ella estaba ya lista para volver a la mesa, por lo que apuró todo sobre la bandeja y se abalanzó en su camino, para que Berni tuviese tiempo de terminar el regalo y esconderlo debajo de la mesa hasta que llegase la mujer.
–Aquí le traigo lo suyo– dijo el encargado mientras detrás de él se escuchaba la voz de la vieja pidiendo permiso para pasar adelante.
Berni giró la cabeza, le guiñó el ojo al encargado, y entonces este se hizo el sorprendido, dio un paso al costado y la dejó pasar a la mujer.
Al llegar a la mesa le pidió perdón a la dama y al caballero también.
Apoyó la bandeja sobre la mesa y dividió el pedido en partes iguales.
Primero el Legui para la dama y después el Legui para el caballero.
Segundo el submarino para la dama y después el submarino para el caballero.
Finalmente apoyó un vaso de vidrio para cada uno y una jarra metálica con agua para los dos.
Con la mano derecha levantó la bandeja que después pasó al brazo izquierdo y con la mano derecha sirvió agua primero en el vaso de la dama y después en del caballero.
Antes de abandonar la mesa les dijo –Que lo disfruten!!! – se fue cantando furioso pétalo de sal, la misma calle el mismo bar" y La Florista continuó -nada te importa en la ciudad si nadie espera…"
Berni estiró el brazo izquierdo sobre la mesa pidiéndole a ella sus manos.
Ella las apoyó por encima de la palma izquierda de él, palmas arriba y entonces él apoyó la mano derecha cerrada con el puño, apretado, sí, pero no lo suficientemente apretado como para dañar el regalo y entonces Berni le dijo. –Soplá– y ella sopló y al soplar Berni abrió la mano y entonces floreció la flor.
Brindaron a su salud y por el ocasional encuentro con las copas de legui.
Acto seguido brindaron cada uno con submarino en mano por la irreverencia de esos dos amantes que los contagiaron a los dos, y así se enredaron entre tazas, copas, vasos, abrazos y besos hasta que el cielo se tiñó de rosa, cuando el sol empezó a levantar al humedad del asfalto y entonces se dieron cuenta que habían pasado la noche juntos cada uno a un lado de la mesa.