EZEQUIEL WOLF

lunes, 24 de noviembre de 2014

en la profundidad del sueño

Bostezo bajo un velador,
tengo sueño.
Siento el cuerpo cansado.
en el sillón con las piernas cruzadas
y los ojos entre abiertos.
Borracho y con el vaso seco
bebo mi sonrisa y cierro los ojos…
...pueden ver tu aura si saben explorar allí.
Yo  vi en tus ojos un círculo de fuego,
sentí la lluvia de verano,
puedo explicarte el nacimiento del sol,
la altura no marca distancia.
Perdido en la profundidad del sueño pienso en abrirte mi cuerpo,
siento que podrías navegar en mí desierto,
sobrevolar con colores las puertas del cielo,
el desafío, la insinuación,
que podrías espiar buscando la sombra entre los verbos que caminan suave,
y yo buscar tus palabras en la melodía del ensueño.
Perdido en la profundidad del sueño pienso en abrirte mi cuerpo,
siento que podrías navegar en mi desierto.
En tus ojos, ellos pueden ver tu aura si saben bucear allí.
Yo, lo siento, ya he caído profundamente dentro.

viernes, 11 de julio de 2014

pre prólogo lecho de cristal

Yo no me fui a ningún lugar, en serio, no. No me fui a buscar nada a ningún lugar.
Es tan solo un suspiro, un halo dentro del cielo. La magia. La fuerza. Una suma de sensaciones que no podría explicarlas. Realidad, una suma de espíritus, de fantasmas... Alguien díjome una vez que los gatos se quedan suspendidos en una mirada al ver atravesar un ángel el aire y bueno, ésta es la sensación quizás, sí de quiebre, del desfile impersonal y propio por un verbo que vive en mí, las ilusiones y nada es igual, y si bien esto antecede a lo que sigue después nada tiene que ver en realidad con el contenido, así como el contenido no es nada más que una suma de cosas sueltas. el inicio y el fin. atrás de esta publicación toda la obra osea lo que nos pinta el paraíso del jardín condecorado en el medio.


Esto es lo que apareció sobre la cama. Su cuarto estaba sí igual que siempre, con las sensación del caos, una explosión a punto de de implosionarse, el grado cero de la generación donde la degeneración misma es tan irreal que al desaparecer genera. Estaba todo revuelto. Los discos, los libros. Todo indicaba que iba a volver. La nota como doblada a la mitad en una hoja rayada de un cuaderno, y el cuaderno por ahí desaparramado entre mitades de hojas rotas y cajas de discos y mucha ropa tirada por todas partes. Lo más extraño es que la lapicera estaba dentro de la hoja doblada.
Como si esta muerte, Oh!!! dije muerte. Sí, como si esta muerte estuviese premeditada.
En la nota habia una dirección que no voy a decir cuál es, no es esto lo que importa, no sé si importa lo que sigue, pero después de todo este poeta, (últmamente autoproclamado) escritor nos dejó esto.


Bienvenidos:

miércoles, 29 de enero de 2014

LABOCAMARCADAPORLASUVASDELVINO.

Vos viniste a mí desde el sol masticando tus labios rojo vino, vestida en seda.
Mi amor desfilando en la avenida tus ojos de nácar, porque hubo algo más que la puerta que se abrió cuando el respeto de tu voz quebró el silencio quieto
y muerto de mi habitación en una noche caliente de invierno.

Yo estaba solo en el sillón dibujando el arte de mi cuaderno de odas masturbatorias cuando vos me dijiste “Buenas noches amor, vine a vos desde allá, desde el sol, ya no me esperes al alba. Vine para quedarme, para que duermas conmigo”.

Y me respiraste agitada sin tocarme.
Acercaste tu boca a mi nariz arrodillada sobre mis piernas y sin mirarme a los ojos “para empezar-dijiste- por hoy prefiero mirar a la pared.
Después mañana, amanecidos los dos bajo la luz del sol que se cuela por la ventana abierta e iluminando el cielo azul y acá vos y yo, los dos,
con esta música liviana… ¿Quién sabe?”
Afuera llueve y Buenos Aires se humedece
y yo quiero pedirte que hurgues en tu pantalón, en serio,
fijate que te compré un jazmín amarillo,
está casi seco, como por perder el color.
¿Cuánto tiempo más para salir a caminar?

Nena!!!
Por favor te pido que bajemos.
Quiero que te lo pongas en el pelo.
Me gusta pensar tu cara coronada por el jazmín amarillo.
En serio te digo.
No me mires así.
Daría cualquier cosa por salir a la calle ahora a caminar bajo la lluvia,
vos con esa flor enredada en tu cabeza
y yo jugando a perder el aliento.
Pero ahora que lo pienso podemos cambiar el disco
elegir como punto de partida alguna canción que nos incite a bailar a los dos, acá, adentro en el sillón, parados en la cama,
con almohadones o almohadas mojadas en el piso del baño,
en las sillas de la cocina o desnudos en la ducha,
o empapados y envueltos en el balcón.

Una fiesta, una celebración por el hambre resentido que durante tantos años sólo conversé yo conmigo y consolé yo solito con mis manos.
Después podemos sentarnos los dos a tomar el té en la cama,
como al borde del precipicio del reino de la comodidad,
casi listos para subirnos al tren del sexo.
Vos vas a enseñarme a escribir y a no respirar tan alto y yo voy a hacer lo propio con tus pinturas
y el sentido de la elegancia
y el respeto por lo propio y por lo ajeno sin sentirlo sólo como distancia.
Ahora que lo pienso quiero que también arregles el agua caliente 
y dibujes en mi frente la forma de tu boca con tus labios a cada hora
y yo a cambio prometo arrodillarnos en las arenas del sur por lo menos una vez al mes.
Podemos ir a pie o en sueños.
Y es más.
Si estás dispuesta podemos ir en tren, y ahí ver que la ciudad fuera de temporada es una ciudad desolada, desvastada por la guerra o incinerada por el mismísimo sol y entonces vas a decirme que no te importa no poder meterte al mar porque lo que te gusta es caminar por la orilla, y que sólo te interesa viajar al sur para escuchar el rugir del mar sentada en las piedras y cada vez que yo no quiera verte dormir vos vas a salir corriendo a buscarme
y yo voy a recordarte que vos viniste a mí desde el sol masticando tus labios rojos de vino.

miércoles, 1 de enero de 2014

1*1

Desde el agua 
el reino de la inteligencia y las buenas intenciones a veces sedientas veces crueles
a la tierra en una terraza amarilla bajo los cielos del sur en un jardín florido pulmón de aire 
arrastrado por el viento que se enciende 
en fuego que hace que el sol lo ilumine todo y después el viento las palabras que sobran, que marcan distancia, que imponen respeto, y el cuerpo que es voz y voto.desatado otra vez lo devuelve a la océano del tiempo.

Todo 
a
ante
bajo
cabe
con
de

desde
contra
en
entre
hacia
hasta
para

por
según
sin
so
sobre
tras
amor