EZEQUIEL WOLF

sábado, 21 de julio de 2012

Aquí en nuestro panal.


Tus piernas largas traslucen el camino
y yo creo en tu imaginación
a orillas de tu habitación,
estás descalza.
Me lees unos poemas que me escribiste
y te gustan tanto.

Me gusta cuando me lees en voz alta
como si fueras masticando y construyendo el cuerpo del poema con los colores de tu voz,
como cantando.
Bailás cada palabra y das lugar a la lluvia para tocarme la cara
y mojarte conmigo en esta pieza de luz a oscuras.
Siento tus rodillas caerse
con todo tu peso sobre mí...

/y sé que revolcados los dos vamos a derramar la leche buena,
piel con piel,
mojados los dos en esta pieza de luz a oscuras.
Nudo de cuerpos tibios
que sirven siervos a la fiebre del amor,
sin miedo a caer en preguntas que sólo se responden en silencio.
dos mitades buscando todo el tiempo una nueva forma, atravesados por el hilo de una historia
siempre a punto de estallar,
inundándolo todo con fotos y silencios
entrecortado por espasmos silenciosos y temblores,
y niebla y sexo y calor.
Noches largas.
Largas como casi mil días sin amanecer al sol/

... y entrecortando las palabras del poema contra mis labios
encendés un fósforo en la oscuridad para mirarme a los ojos
y decirme que yo soy tu talismán,
y que querés hacerlo todo otra vez aquí en nuestro panal.

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