EZEQUIEL WOLF

domingo, 3 de junio de 2012

Afiebrado, delgado y salvaje mercurio.

‎...y así fue como Cassandra se despertó con un suave golpe en la cabeza. 
Se habían acostado con Dante a ver televisión pero el cansancio acumulado en el aire, el espesor del tiempo a lo largo del día en los ojos, y la comodidad de encajar tan bien físicamente el uno con el otro los relajó hasta dormirlos. 
Dante se durmió sentado con la espalda apoyada en los almohadones que acolchonaban la pared y Cassandra simplemente se desarmó por debajo de su brazo derecho con la oreja apoyada en el costillar derecho de él.
Cassandra abrió los ojos y al ver que Dante ni se había inmutado lentamente y en silencio, se movió por encima del colchón hasta apagar la televisión. 
Dante siempre dice que le cuesta dormir, y que piensa que es necesario para su cuerpo pero a su vez es un férreo militante del no dormir, porque la noche nació para ser vivida y que uno nació para vivir la noche, tal como uno vive el día, en fin para vivir la vida. 
El sol ya acariciaba las paredes de algunos edificios. 
Cassandra volvió a sentarse al lado de él, pero aprovechó para dejarlo caer y apoyarlo en su vientre, lugar donde él siente que percibe los rumores subterráneos de ella. 
Él jamás atinó a despertarse. 
Estaba profundamente dormido. 
Cassandra aprovechó ese momento para transcribirle al castellano una canción de Dylan cambiando Johanna, por Cassandra. 


¿Que por qué traducirle una canción de Dylan en lugar de escribirle algo, sabiendo que lo hace tan bien?
Porque la canción la representa.
Porque la canción es preciosa.
Porque la canción tiene Ritmo.
Porque la canción tiene Armonía.
Porque la canción tiene Melodía.
Porque la canción se la hizo escuchar Dante una vez.
Porque cuando Dante volvió a dibujar trazó un par de líneas en lápiz en diversas hojas y fue Cassandra quien le dijo,–Son todos Bob Dylan–.
Porque a ella no le gustaba Dylan por el simple hecho de pelear a Dante.Uds, saben, gajes del oficio, fricción, no ficción, la no oposición de los sexos opuestos.
Porque con el tiempo ella entendió que la magia de Dylan radica en que no importa si sabe o no cantar, sino en  que para muchos, (y en esos muchos está Dante), Dylan sobrepasa la liviandad de Blowin´ in the Wind, siendo el Shakespeare de su cuerpo, tanto como Shakespeare, es un de los tantos Dylan de la antigüedad.


Y así fue que después de traducir toda la letra Cassandra se levantó para poner Blonde o Blonde, pero en el Playlist ya estaba cargado Blood on the Tracks.
Y así fue que ella apretó el Play y se acostó en el sueño.
Y así fue que Dante se despertó cuando el disco Honestidad Brutal de Calamaro se cayó de la pila de discos estallando contra el suelo.
La respuesta?
Está flotando en el viento.



1 comentario: