"mirando el mar, mi espalda para vos, un pentagrama" susurró Mina acostada en las escolleras de espalda al sol y se durmió en el rumor de las olas que rompían ahí nomas mientras Camilo la acariciaba arpegiándole la espalda componiendo melodías de amor que juntos después a la tarde en el departamento repasaron una y otra vez bajo la ducha lavándose de toda la arena que arrastraron desde la boca del mar.
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